“Un nuevo enfoque hacia la unidad de la ciencia” (Ludwig von Bertalanffy)
“Un nuevo paradigma de pensamiento científico contemporáneo” (Ervin Laszlo)
“Desde el átomo hasta la galaxia, vivimos en un mundo de sistemas” (Ludwig von Bertalanffy)
El Concepto de Sistema
La palabra “sistema” viene del griego “systema”, que significa “unión de cosas de una manera organizada”. Se compone de “syn” (junto) e “histemi” (establecer). El sufijo “ma” indica “resultado” (como axioma, teorema, morfema, etc.).
El concepto de sistema es el concepto más universal que existe, si exceptuamos el concepto de “Ser”. Sin embargo, por esta universalidad, es ambiguo. Sus diversas acepciones se han incorporado a nuestro lenguaje diario. En general, consideramos un sistema a una organización, como un organismo viviente, una fábrica, una comunidad, una familia, un grupo social, etc. Hablamos de sistema político, social, monetario, fiscal, de salud, de información, operativo, filosófico, ecológico, nervioso, circulatorio, digestivo, eléctrico, educativo, de defensa, etc. De modo coloquial también decimos que tenemos un sistema para resolver un problema o para conseguir un objetivo. No existe una definición o concepción estándar de sistema.
He aquí algunas definiciones de sistema:
“Un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados” (Ludwig von Bertalanffy).
“Un sistema es un conjunto de partes que trabajan para lograr un objetivo común” (Jay Forrester).
“Los sistemas son estructuras que funcionan como un todo, debido a las relaciones entre sus partes” (Anatol Rapoport).
“Un sistema se define como cualquier conjunto de variables que el observador selecciona de las disponibles en la máquina real” (William Ross Ashby).
“Un grupo de ítems interactivos e interdependientes que forman un todo unificado” (Diccionario Webster).
“Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí” y “Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto” (Diccionario de la RAE).
Sistema es diferente de conjunto. Un conjunto es una colección de elementos, sin relaciones horizontales entre ellos. Solo hay una relación vertical de pertenencia de cada elemento al conjunto.
Un conjunto estructurado es un conjunto con algún tipo de relación horizontal (estática) entre los elementos, como por ejemplo, el concepto matemático de grupo, que tiene una operación interna que asocia a cada dos elementos del grupo un tercer elemento del mismo grupo. Según la definición (genérica) de Bertalanffy, un conjunto estructurado es un sistema. Pero, en general, se considera que un sistema es dinámico.
Un sistema es un conjunto estructurado de tipo dinámico cuyos elementos interactúan entre sí y que puede presentar propiedades que no están presentes en los elementos ni en sus relaciones. Son propiedades “emergentes”, de tal manera que el sistema tiene una identidad que trasciende a sus elementos y a sus relaciones.
El concepto de sistema se remonta, en la civilización occidental, a los antiguos griegos, como Aristóteles y Heráclito, que formularon grandes principios generales sistémicos: “El todo es más que la suma de sus partes” (Aristóteles. Metafísica), “Todo fluye, todo está en continuo movimiento” (Heráclito). En la civilización oriental, el sistema más antiguo y universal (o general) es el I Ching [ver Apéndice].
Hegel adoptó un principio sistémico general en su obra “Fenomenología del Espíritu”: “Todo está relacionado con todo”.
Las cuestiones
Respecto al concepto de sistema cabe plantearse diversas cuestiones:
¿Hay un sistema absoluto o universal fundamento de todos los demás sistemas particulares?
¿Hay características comunes a todos los sistemas?
¿Hay sistemas concretos y abstractos?
¿Una ciencia es un sistema? ¿La matemática es un sistema?
¿Los sistemas necesitan un lenguaje especial o bastan las matemáticas?
¿Es posible un lenguaje universal para formalizar todo tipo de sistemas?
Características de los sistemas
Totalidad.
Un sistema es una totalidad (un coche, una casa, una nación, etc.) y que tiene un objetivo. Es un conjunto de elementos que funciona como un todo. Un sistema se entiende de forma global, sintética, total. Un sistema no es comprensible analizando sus componentes individuales, y las partes no pueden comprenderse de manera aislada o independiente, sin considerar que forman parte de algo superior, el todo. Nada puede entenderse de forma aislada, porque todo forma parte de un sistema.
Se han sugerido términos alternativos a “sistema” para hacer referencia a un todo interrelacionado. La más significativa y popular ha sido la de “holon”. Se habla de “pensamiento holístico”o “pensamiento con holones”. Los holones son partes que contienen el patrón de relaciones con el todo.
Sinergía.
En un sistema, el todo es mayor que la suma de sus partes. Hay propiedades emergentes que no se encuentran en los elementos componentes. Por ejemplo, el agua tiene propiedades que no tienen sus componentes (hidrógeno y oxígeno).
Interdependencia.
Un sistema es una red de relaciones dinámicas entre sus elementos. Las partes de un sistema son interdependientes, están interrelacionadas dinámicamente mediante procesos de interacción mutua.
Jerarquía.
En todo sistema suele haber niveles de organización, especialmente en los sistemas vivientes. Un sistema se compone de subsistemas.
Tipos de sistemas.
Los sistemas pueden ser: estáticos o dinámicos, abiertos o cerrados (según intercambien o no materia, energía o información con el entorno), activos o pasivos, concretos (tangibles) o abstractos (intangibles), evolucionarios (vivos) o no-evolucionarios (mecánicos), reversibles o no reversibles, regulados o no regulados, naturales o artificiales, reales o imaginarios, planos (con un solo nivel) o no-planos (con varios niveles).
Estructura.
A veces se considera una estructura estática como sistema, con sus subsistemas. Por ejemplo, un edificio tiene una estructura formada por pisos, habitaciones, etc. Hay subsistemas de agua, electricidad, etc. Un árbol tiene raíz, tronco, ramas y hojas.
Conciencia sintética.
El concepto de sistema está ligado estrechamente a la conciencia sintética. Gracias a ella percibimos totalidades y objetivos.
La Teoría General de Sistemas
Formulado por el biólogo Ludwig von Bertalanffy en los años 1930s, la Teoría General de Sistemas (TGS) −en inglés, “General Systems Theory” (GST)− es un enfoque integrador basado en los aspectos genéricos, correspondencias, paralelismos e isomorfismos comunes a todas las ciencias, incluyendo las analogías entre sistemas naturales (organismos) y artificiales (máquinas).
El concepto integrador de la teoría es el de “sistema general”: un conjunto de elementos interrelacionados entre sí y con el medio, contemplados como un todo, que trabajan para lograr un objetivo común y que muestra propiedades que no tienen los elementos individuales. Esta
definición es válida para todo tipo de sistemas: una célula, una sociedad o una galaxia. La teoría se denomina “general” porque estudia los sistemas, independientemente de que sean sistemas físicos, biológicos, sociales o psicológicos.
El programa de investigación de Bertalanffy buscaba responder a la pregunta central de la biología: ¿Qué es la vida? No consiguió responder a esta pregunta clave, pero su investigación aportó una serie de importantes ideas que configuraron su teoría.
Los objetivos principales de la TGS son:
Desarrollar una teoría basada en conceptos generales, leyes generales y un lenguaje general para modelizar todo tipo de sistemas.
Proporcionar una visión general, superior y transdisciplinaria de todas las disciplinas particulares.
Promover la unidad de la ciencia mediante la búsqueda de principios generales y metodologías unificadoras.
Sistema abierto
La TGS se basa en el concepto de “sistema abierto”. Con Bertalanffy se inicia una nueva era epistemológica al distinguir entre sistemas abiertos y cerrados. El concepto de sistema abierto es la mayor contribución de Bertalanffy.
Definición.
Un sistema abierto es un sistema que intercambia materia, energía o información con el entorno. De esta forma, se comunica directamente con el medio e indirectamente con otros sistemas. Los sistemas vivos son sistemas abiertos. Un grupo social también es un sistema abierto. El sistema más general que existe es el de sistema abierto, es decir, el que puede interrelacionar con el medio. En general, en un sistema abierto, la frontera entre sistema y entorno es difusa.
Un sistema cerrado es un caso particular del abierto: cuando la interacción con el entorno es nula. Un sistema cerrado tiende a una mayor indiferenciación de sus elementos y al mayor desorden posible, hasta alcanzar una distribución uniforme. La física se ocupa de los sistemas cerrados. Un sistema físico cerrado está regido por la segunda ley de la termodinámica (la ley de entropía), establecida por Sadi Carnot: todo sistema físico aislado tiende a un desorden creciente, hacia una mayor entropía. La entropía es una medida del desorden del sistema.
Evolución.
Un sistema abierto evoluciona constantemente y tiende hacia el mayor orden interno posible, incrementando su nivel de complejidad, organización y diferenciación. Un sistema biológico abierto sigue la teoría de la evolución de Darwin, y evoluciona del desorden al orden.
Adaptación.
Un sistema abierto tiene capacidad de adaptación al medio y de auto-organización. Esa adaptación produce un equilibrio dinámico, en el que se armonizan los opuestos entre estabilidad y trabajo (o esfuerzo), siguiendo el principio de máxima economía. Un sistema abierto mantiene su propia identidad frente al medio.
Teleología.
Un sistema abierto tiene un comportamiento teleológico o finalista, es decir, está orientado hacia un objetivo. El propósito (u objetivo) de un sistema puede ser múltiple. A su vez un objetivo puede tener subobjetivos. Un objetivo puede ser simplemente mantener su estado de equilibrio. (El término “teleológico” fue creado por Norbert Wiener, el fundador de la Cibernética.)
Organicidad.
Un sistema abierto tiene naturaleza orgánica. Una acción que produzca un cambio en una de las unidades del sistema, puede producir cambios en las otras unidades. El sistema siempre reacciona globalmente, holísticamente. Cuanto más profundo es el cambio en una de las unidades, mayor es el impacto en todo el sistema.
Realimentación.
La vida es la manifestación de un sistema abierto y en donde el concepto de realimentación es esencial. En un sistema abierto la causalidad no es lineal o unidireccional, sino circular: A causa B, B causa C, C causa A.
Actividad.
Un sistema abierto es activo. En cambio, un sistema cerrado es reactivo. Un organismo no es un mecanismo pasivo que reacciona los estímulos del entorno, sino un sistema activo autónomo. Las funciones de un sistema abierto dependen únicamente de su estructura.
Jerarquía.
Los sistemas abiertos están estructurados jerárquicamente. Hay sistemas dentro de sistemas. Por ejemplo, en biología hay células, tejidos, órganos, organismos, colonias, sociedades. etc.
La unión de la mente y la vida.
Desde el punto de vista de la TGS, la vida y la mente son manifestaciones del mismo conjunto de principios profundos sistémicos, que representan la dinámica de la organización. La mente es una propiedad esencial de los sistemas vivientes. “La mente es la esencia de estar vivo” (Gegory Bateson).
Características de la TGS
Teoría general.
La TGS es una teoría general, una meta-teoría (teoría de teorías) sobre los sistemas complejos de la naturaleza, la ciencia y la sociedad, una teoría basada en los principios comunes a todos los sistemas. Es una teoría abstracta empezando por el concepto abstracto de “sistema” y es también una teoría del conocimiento.
Ciencia universal.
La TGS pretende ser la ciencia universal, desbancando a la física como la “ciencia madre” de todas las ciencias. No busca analogías, isomorfismos o correspondencias superficiales, sino los aspectos profundos de todas las cosas, los conceptos, patrones o categorías que presentan todos los sistemas de todas las ciencias. Es una meta-ciencia, la ciencia de la totalidad, el “esqueleto” de la ciencia.
La TGS pretende ser la ciencia del todo, una disciplina de disciplinas, la ciencia profunda subyacente a todas las manifestaciones superficiales, la esencia común a todo. Una ciencia con su propio lenguaje, sus propias leyes y sus propios métodos. Las leyes sistémicas se manifiestan como analogías u homologías lógicas entre leyes que pertenecen a fenómenos distintos o que aparecen en disciplinas diferentes.
Según el positivista (del Círculo de Viena) Rudolf Carnap [2012], la unidad de la ciencia está garantizada por el hecho de que todas las sentencias en ciencia pueden ser expresadas, en último término, mediante el lenguaje de la física. Por consiguiente, el lenguaje de la física es el lenguaje universal de la ciencia. Bertalanffy replicó a Carnap: “La unidad de la ciencia está basada, no en una utópica reducción de todas las ciencias a la física y a la química, sino por las uniformidades estructurales de los diferentes niveles de la realidad” [Bertalanffy, 1976].
Humanismo.
La TGS tiene características humanísticas por la búsqueda de unos conceptos genéricos, básicos y simplificadores que acerquen la ciencia al hombre normal y le permita una mayor compresión de los fenómenos al contemplarlos desde un punto de vista general.
Superación de los dualismos.
La TGS intenta superar los dualismos: entre mecanicismo y vitalismo, entre reduccionismo y holismo, entre lo analítico y lo sintético (o holista), entre lo cuantitativo y lo cualitativo, entre lo superficial y lo profundo, entre lo general y lo particular, entre determinismo y teleología (comportamiento orientado a un fin), etc.
Esa superación de los dualismos la realiza la TGS poniendo el énfasis en el holismo más que análisis, en la integración sobre diferenciación, en la unidad frente a diversidad, en lo general sobre lo particular, pues primero hay que considerar lo general y luego lo particular.
Bertalanffy consideraba como precedentes de esta superación de los dualismos, entre otros, a la filosofía de Leibniz (por su búsqueda de un lenguaje universal basado en principios generales), la filosofía de Nicolás de Cusa (por su coincidencia de los opuestos, coincidencia oppositorum) y a la dialéctica de Marx y Hegel.
Conciencia.
La TGS promueve una conciencia general o global sobre la unidad esencial de todo lo existente y la interconexión de todas las cosas. Es la conciencia también la que une los opuestos, los dos modos de conciencia (sintética y analítica).
Paradigma universal.
La TGS pretende ser un paradigma universal, una nueva visión integradora del mundo. El mundo se ve, no como un sistema mecánico y determinista, sino como una gran sistema organizado. El paradigma de la TGS es de tipo sintético e integrador, en contraste con el paradigma analítico, racionalista, reduccionista y mecanicista de la ciencia clásica, basado en relaciones causales deterministas. Este último enfoque está representado por la filosofía del Discurso del Método de Descartes: estudiar todo fenómeno o sistema complejo descomponiéndolo en tantos elementos simples e independientes como sea posible.
Filosofía.
La TGS es una filosofía genérica. Según Bertalanffy, se puede hablar de una filosofía de sistemas, ya que toda teoría científica de gran alcance tiene aspectos metafísicos. La TGS está relacionado con los problemas perennes de la filosofía, a la que trata de aportar sus propias respuestas.
Modelo general.
Un sistema general es un modelo conceptual de las características comunes de todos los fenómenos y entidades. El uso de modelos constituye el método general de la ciencia y el de la cognición. Nuestra propia visión del mundo es un modelo.
Transdisciplinariedad.
La TGS es una disciplina que trata de encontrar las propiedades comunes, isomorfismos y analogías en los diferentes sistemas que se presentan en todos los niveles de la realidad. Los conceptos, modelos y principios relativos a los sistemas son de naturaleza transdisciplinaria, con un vocabulario común y unos conceptos comunes. A alto nivel de abstracción se encuentran isomorfismos, analogías y correspondencias. Por todo ello, la TGS señala la vía para la unificación del conocimiento científico.
El sueño de Bertalanffy era construir un lenguaje universal para la ciencia basado en un sistema de conceptos interrelacionados lo suficientemente poderoso como para poder permitir la comunicación interdisciplinaria.
Propiedades sistémicas.
Hay conceptos tales como información, control, realimentación, estabilidad, etc. que nacieron en ciertos campos tecnológicos específicos pero que tienen una significación mucho más amplia, pues son de naturaleza interdisciplinaria. Estos conceptos se denominan “propiedades sistémicas”.
Lenguaje formal.
La TGS pretende apoyarse en un lenguaje formal o metalenguaje, pero reconoce que la matemática actual no es plenamente satisfactoria porque la TGS no debe estar limitada por el modelo conceptual impuesto por la matemática. De hecho, hay problemas sistémicos cuyo tratamiento requieren conceptos hasta ahora inexistente en matemática. “Es necesario buscar una matemática de tipo gestáltico, en las que sea fundamental, no la noción de cantidad, sino más bien la de relación” [Bertalanffy, 1979].
Universalismo.
La TGS es un manifiesto de universalismo, una vía para superar la fragmentación del conocimiento, la búsqueda de la esencia, de la unidad en la diversidad.
Los conceptos básicos de la TGS
Equifinalidad.
Un sistema puede llegar a un mismo estado final a partir de distintas condiciones iniciales y por distintos caminos.
Equipotencialidad.
Es la posibilidad de obtener distintos estados partiendo de una misma situación inicial.
Homeostasis (o morfostasis).
Es el equilibrio dinámico entre un sistema abierto y su entorno. Los sistemas tienen una tendencia a adaptarse con el fin de alcanzar un equilibrio entre lo interno y lo externo (el entorno). Homeostasis −del griego “homo”, similar, y “estasis”, estabilidad− es la característica de un sistema, normalmente un organismo vivo, que regula el entorno interno para logra mantener una condición estable y constante.
El concepto de homeostasis fue introducido en fisiología en 1932 por Walter Bradford Cannon para estudiar la estabilidad relativa de ciertas variables fisiológicas. Por ejemplo, la temperatura corporal de los mamíferos es constante frente a la temperatura cambiante del entorno. William Ross Ashby generalizó este concepto al aplicarlo a los sistemas cibernéticos en general. Inicialmente se aplicó en biología pero, dado que el concepto es general, la TGS y otras ciencias también han adoptado este término.
Morfogénesis.
Es contraria a la homeostasis. Es la fuerza o tendencia que produce cambios en el sistema. Este concepto fue introducido por Magoroh Maruyama, que afirmaba que los seres vivos dependen para su supervivencia de dos procesos: 1) Morfostasis, la retroalimentación negativa que tiende a estabilizarlo; 2) Morfogénesis, la retroalimentación positiva o amplificadora. Estos dos procesos se equilibran mutuamente.
Realimentación (feedback).
Es una salida (output) del sistema que se convierte en entrada (input), cerrándose así el ciclo y creándose una causalidad circular. La circularidad es una forma o aproximación a la conciencia porque une los opuestos (entrada y salida).
Hay dos tipos de realimentación: positiva y negativa. La realimentación negativa corresponde a la de un comportamiento adaptativo y convergente con una finalidad u objetivo, que es el estado de equilibrio. Hace activar los mecanismos internos (homeostáticos) del sistema para mantener su estado estable. Por ejemplo, el conductor de un coche por una carretera es un ejemplo de realimentación negativa, pues el conductor corrige en todo momento el estado del coche en función del entorno. Otro ejemplo es el de un termostato.
La realimentación positiva lo aleja del estado de equilibrio, creciendo la divergencia. Por ejemplo, una bola de nieve que cae por una pendiente. Con la realimentación positiva se activan los mecanismos de crecimiento (morfogénesis) para el cambio.
Entropía.
Es una meta-magnitud: mide el nivel de desorden de un sistema (aunque realmente mide la variación del desorden). A mayor desorden, mayor entropía. A medida que la entropía aumenta, los sistemas se van descomponiendo en componentes más simples. Los sistemas cerrados buscan el equilibrio, lo más neutral, lo indiferenciado, el desorden máximo.
La entropía es un concepto introducido por Rudolf Clausius en el siglo XIX. En un sistema cerrado, la entropía siempre aumenta: dS > 0. En un sistema abierto se cumple dS = dSi + dSe, siendo dSi el aumento de la entropía interna y dSe el incremento (positivo o negativo) de la entropía externa por la comunicación con el entorno.
La neguentropía (o entropía negativa) mide el grado de orden de un sistema. La información es una medida del orden de un sistema. Cuando aumenta la información, disminuye la entropía, es decir, aumenta el orden, la neguentropía.
Heurísticas.
Para abordar la complejidad de un sistema se utilizan heurísticas, que combinan razón e intuición, lo particular y lo general.
Autopoiesis
“Autopoiesis” −del griego “auto” (sí mismo) y “poiesis” (creación o producción)− es un neologismo creado en 1971 por Humberto Maturana y Francisco Varela (que lo describen en su obra “El árbol del Conocimiento”) para explicar la organización de los sistemas biológicos como seres auto-referentes. La auto-referencia es un tipo de autonomía. Un ser vivo es capaz de auto-regenerarse mediante una organización circular, auto-referencial o reentrante. Un sistema autopoiético se produce a sí mismo de forma continua usando recursos del entorno, de tal manera que el productor y el producto, el hacer y el ser, el sujeto y el objeto, son la misma cosa.
La autopoiesis se puede considerar un cambio de paradigma en la teoría general de sistemas abiertos.
La hipótesis Gaia de James Lovelock es que la Tierra es un sistema autopoiético, un organismo viviente, que tiene la capacidad de regularse a sí misma y crearse a sí misma.
El concepto de autopoiesis ha sido objeto de polémica y debate. Este concepto nació en la biología pero ha sido adoptado por otras ciencias.
La autopoiesis es la capacidad que tiene todo organismo vivo de producirse a si mismo, de constituir por sí mismo su propia identidad y el producir sus propias relaciones con su entorno. Los sistemas autopoiéticos son estructuralmente cerrados (son sistemas autorreferentes), pero funcionalmente abiertos con su entorno.
Los seres vivientes son seres autónomos autorreferentes. No todo ente autónomo es un ente vivo. La autorreferencia es un tipo de autonomía y es la que caracteriza a los seres vivientes. Los sistemas vivientes son simultáneamente sistemas autónomos y dependientes del entorno.
La teoría de la autopoiesis, aunque se apoya en la teoría cibernética, aporta dos importantes conceptos:
Acoplamiento estructural.
Se refiere a la capacidad de un ser viviente de evolucionar, de reestructurarse, de cambiar constantemente su estructura de forma flexible y congruente con las modificaciones del entorno. Su dinámica estructural, sus posibles cambios estructurales están predeterminados. Hay determinismo estructural: lo que le pasa al ser vivo depende de su estructura. Este acoplamiento estructural circular, de dialogo constante ser-entorno, ocurre a múltiples niveles. “Los sistemas autopoiéticos no tienen inputs ni outputs. Pueden ser perturbados por acontecimientos independientes y sufrir cambios estructurales internos que compensen esas perturbaciones” [Maturana & Varela, 1980].
Clausura operacional.
Los seres vivos son sistemas cerrados desde un punto de vista operativo o funcional. Para que la vida sea posible es necesario que el ser vivo se cierre, se clausure ante el entorno, de tal manera que, ante la dinámica del entorno, se mantenga invariable su funcionalidad, su identidad, su autonomía, su totalidad. La clausura operacional se debe precisamente a su cualidad autorreferencial. El sistema nervioso del ser vivo tiene clausura operacional. “La circularidad de los sistemas vivos y sociales es efectivamente el hilo de Ariadna que permite comprender su capacidad para la autonomía” (Francisco Varela).
Es decir, los seres vivos son estructuralmente abiertos y funcionalmente cerrados.
La organización es la esencia de la vida. Es el conjunto de las posibles relaciones de los procesos autopoiéticos de un organismo. Es su “espacio” autopoiético, su espacio de libertad.
La estructura es lo accidental de la vida. Es la selección, en cada momento, de los conjuntos organizados para sustentar la funcionalidad.
Cuando se produce una perturbación en el entorno, se produce un “acoplamiento estructural” que, manteniendo la organización, conduce a cambios estructurales para el restablecimiento del equilibrio homoestático.
Hay 3 tipos u órdenes de sistemas autopoiéticos: 1) las células; 2) los organismos (agregados celulares), que tienen sistema nervioso; 3) los agregados de organismos (familias, sociedades, colonias, colmenas, etc.), cuya característica principal no son sus componentes (los organismos), sino las relaciones entre ellos. Según Maturana y Varela [1980], el establecimiento de de un sistema autopoiético no es un proceso gradual; un sistema es autopoiético o no lo es.
A nivel fundamental, el objetivo de un sistema autónomo o autopoiético es la supervivencia, es decir, el mantenimiento de su organización esencial. Y hay objetivos subsidiarios como: mantener su temperatura, comer, etc. que contribuyen a su supervivencia.
Los sistemas artificiales, como un termostato o un piloto automático, son aparentemente autónomos, pero realmente no lo son pues su objetivo primario está implementado por sus diseñadores. Se dice que estos sistemas son “alopoiéticos”. Su función es producir algo distinto de sí mismo.
La auto-reproducción se puede considerar como un caso especial de autopoiesis, donde los componentes auto-producidos no son utilizados para regenerar el sistema, sino para formar una copia del mismo.
El concepto de autopoiesis ha desbordado los límites de la biología para aplicarse en otros dominios como sociología, antropología, psicoterapia, etc., habiéndose convertido en una cosmovisión, en un importante concepto para la investigación de la realidad y para modelar muchos tipos de sistemas. Por ejemplo, el sociólogo Niklas Luhman [1996] lo ha aplicado al estudio de sociedades en contextos de contingencia y riesgo. La pretensión de Luhman es crear una superteoría aplicable a todo fenómeno social. Su obra actual se considera uno de los estudios teóricos más importantes elaborados en el campo de la sociología. Puntos destacados son:
La sociedad es un sistema autopoiético, es decir, es autónoma y funciona gracias a la producción de sus propios componentes. Es autónoma, no solo en el plano estructural, sino también en el plano del control de la organización de sus estructuras.
La socialización es posible porque surge una forma emergente, un nuevo orden de realidad: una red cerrada (autopoiética) de comunicación. Las comunicaciones se producen en el interior del sistema. La sociedad es una red de comunicación cerrada operacionalmente y autorreferente.
La comunicación es el acoplamiento estructural y nos hace mantener la organización social. La civilización es la consecuencia de la comunicación.
Los sistemas sociales son sistemas determinados estructuralmente.
Los seres humanos son seres dependientes de la red emergente de tipo superior, que es la sociedad.
Sin embargo, Varela rechazó que los conceptos autopoiéticos se pudieran aplicar a los sistemas sociales, restringiéndolo exclusivamente a los sistemas biológicos.
Jerarquía de sistemas
El economista Kenneth Boulding escribió en 1956 un influyente artículo titulado “La teoría general de sistemas: El esqueleto de la ciencia” [Boulding, 1956], en el que planteó una clasificación de los sistemas en una jerarquía de 9 niveles:
Estructura estática. O marco de referencia.
Sistema dinámico simple. Es mecánico o de relojería, con movimientos predeterminados, deterministas.
Sistema cibernético o de equilibrio. Tiene un mecanismo de control que lo autorregula para mantener su equilibrio.
Sistema abierto o autoestructurado, de autorreproducción. Es el nivel de la célula, donde comienza a diferenciarse la vida.
Sistema genético-asociativo. Las plantas.
Sistema animal. Tienen movilidad, comportamiento teleológico y autoconciencia.
Sistema humano. Un ser individual con conciencia y capacidad lingüística y simbólica.
Organizacines sociales.
Sistema trascendental o absoluto.
El pensamiento sistémico
Bertalanffy fue el introductor del pensamiento sistémico. Actualmente no hay un cuerpo de conocimiento claramente establecido en este tema. Abarca una amplia variedad de principios, teorías, métodos y técnicas. Y la diversidad de sistemas se refleja en la diversidad de términos: ingeniería de sistemas, teoría de sistemas, análisis de sistemas, etc. No obstante, podemos decir que el pensamiento sistémico es un proceso cognitivo que tiene las características siguientes:
Contempla la realidad bajo el concepto de sistema, es decir, en términos de procesos, conexiones, relaciones e interacciones que conforman una unidad o totalidad.
Considera que todos los sistemas tienen ciertos principios comunes, que estudia la Sistémica.
La esencia de todo no reside en lo concreto (la materia) sino en lo abstracto (lo inmaterial), en los patrones y procesos en los que está implicada la materia. El énfasis se pone en la organización, no en la sustancia.
Trata de entender todo (el sistema) y sus partes (los subsistemas), las relaciones entre las partes y el todo, y la relación entre el todo y su contexto o entorno (el supersistema). El pensamiento sistémico es pensar en relaciones, interconexiones, procesos, jerarquías, etc.
Considera todo interconectado e interdependiente. Es la máxima “Todo está interconectado con todo”.
Usa análisis y síntesis. Es holista y reduccionista a la vez. El holismo solo considera la síntesis, lo global, los patrones globales. El reduccionismo solo considera el análisis de las partes.
Considera los opuestos como complementarios e interdependientes de una unidad superior. Trasciende holismo y reduccionismo, lo analítico y lo sintético, lo general y lo particular, lo superficial y lo profundo. Los opuestos coexisten en equilibrio armonioso, ambos formando parte de una unidad.
Frente al pensamiento fragmentario, el pensamiento sistémico considera totalidades. El pensamiento fragmentario se convierte en sistémico cuando recuperamos la conciencia de que la totalidad siempre precede a las partes. Es una visión copernicana que considera primero lo central (o profundo) y luego lo periférico (o superficial).
Frente al pensamiento competitivo, es cooperativo. Lo competitivo se convierte en cooperativo cuando descubrimos que todo comparte en lo profundo la misma naturaleza, el mismo ser.
Frente al comportamiento pasivo y reactivo, es activo, con capacidad de iniciativa.
Simplifica los modelos porque integra en un mismo marco conceptual las partes y el todo. La complejidad aparece cuando se trata de integrar ideas que son mutuamente excluyentes en un marco de pensamiento reduccionista.
Es de gran importancia para resolver problemas globales. El gran reto del pensamiento sistémico es comprender el mundo como un solo sistema, como sistema universal.
Ha habido varias críticas al pensamiento sistémico, entre ellas las siguientes:
Es demasiado general. Utiliza conceptos intuitivos, difusos, vagos, y a la vez obvios, de sentido común, que no aportan nada.
Los conceptos están poco o nada formalizados, sin un marco teórico integrador. Por lo tanto, no se puede considerar como una disciplina formal.
Se asocia con el control, el totalitarismo y la manipulación del conocimiento, al promover el “pensamiento único”.
Pretende ser holista, pero paradójicamente, es reduccionista, pues reduce todo a solo unos cuantos conceptos.
Según algunos, el pensamiento sistémico constituye un peligro para el edificio de la ciencia, una regresión a épocas oscuras porque incluye nociones metacientíficas que antes se consideraban ajenas a la ciencia. Es justamente para evitar esto que se requiere un lenguaje formalizado y consistente, como el usado en las ciencias analíticas.
Filosofía de sistemas
La Filosofía de Sistemas (Systems Philosophy) es una doctrina creada por Ervin Laszlo en 1972 descrita en su libro “Introduction to Systems Philosophy”. Es una derivación, generalización o fundamentación filosófica de la TGS:
Trata de clarificar los conceptos y sus relaciones utilizados en la TGS y en la Sistémica en general.
Es una forma de pensamiento sistémico. Según Laszlo, el “sistemismo” es la mejor filosofía sintética posible. Su objetivo es crear un paradigma (o metáfora) raíz o universal.
Trata de ser una filosofía realista, de tipo práctico, mediante la aplicación de los conceptos y métodos de la TGS.
Hay una realidad última, subyacente, que es ordenada, inteligible y analizable en términos de grandes principios que son a la vez de naturaleza científica y filosófica. Ciencia y filosofía pueden describir esa realidad bajo una perspectiva sistémica. Esta concepción es la más eficiente desde la cual se pueden desarrollar todas las teorías particulares. Cualquier otro enfoque es menos eficiente. El desafío está en encontrar esos principios que fundamenten ciencia y filosofía.
Laszlo es un filósofo de la ciencia, fundador del Club de Budapest y cofundador de la General Evolutionary Research Group, una iniciativa para lograr un mundo mejor.
La filosofía de sistemas ya fue contemplada por Bertalanffy, que dividía los sistemas en 3 categorías, de mayor a menor profundidad: 1) La filosofía de sistemas; 2) La teoría de sistemas; 3) Los sistemas tecnológicos. La TGS de Bertalanffy es un punto de encuentro entre filosofía, ciencia y tecnología.
Teoría de la Evolución General
Laszlo es también autor de la Teoría de la Evolución General, una especie de cruce o unión entre la TGS y la teoría neodarwinista de la evolución.
El neodarwinismo, también llamado “teoría sintética de la evolución es la síntesis del darwinismo clásico con la teoría genética moderna. Según el neodarwinismo, la evolución se produce por dos causas fundamentales: 1) La variabilidad genética, que se realiza a nivel micro, el genotipo, mediante mutaciones y recombinaciones genéticas producidas al azar dentro de una población; 2) La selección natural, que se realiza a nivel macro, el fenotipo.
Hoy día, la mayoría de los biólogos evolucionistas aceptan el neodarwinismo como la verdadera y completa teoría de la evolución. Richard Dawkins es el mayor defensor y popularizador del neodarwinismo.
Laszlo divide a los sistemas del mundo en tres clases: 1) Los sistemas que están en equilibrio; 2) Los sistemas que están cerca del equilibrio; 3) Los sistemas no-lineales que están lejos del equilibrio termodinámico. Laszlo se centra en estos últimos que denomina “tercer estado” (third state), que son los sistemas abiertos, como los sistemas vivientes y los sociales. Estos sistemas son capaces de “importar” energía a través de sus fronteras con el entorno, aumentar su complejidad y su organización interna. Estos sistemas están siempre en la frontera del caos. Son sistemas auto-creativos, autopoiéticos, sistemas que se producen a sí mismos. Mediante esta creatividad, el sistema puede saltar a un nuevo estado superior de mayor orden, pero también fuera del equilibrio.
La evolución progresa mediante saltos repentinos que dan lugar a subespecies (o a variantes de especies). Estos saltos se producen en puntos de bifurcación, alejándose del caos y accediendo a un orden superior, a una organización y complejidad superior.
El factor clave de la evolución es la “convergencia”: la tendencia de los sistemas del tercer estado para formar hiperciclos de cooperación. Esto explica por qué se alcanzan altos niveles de complejidad en poco tiempo.
La evolución es direccional, no teleológica. Se dirige hacia estados lejos del equilibrio, donde está la vida y la inteligencia.
Las sociedades humanas son sistemas de tercer estado. Evolucionan, son autopoiéticas. La convergencia (la cooperación, en definitiva), juega un papel clave en la formación de estructuras sociales, desde tribus hasta naciones y organizaciones internacionales. Cuando estas sociedades declinan, pueden bifurcar hacia el caos o hacia una nueva forma social superior.
La bifurcación tiene dos alternativas: 1) Incrementar la fragmentación y la confrontación para sumergirse en el caos; 2) Saltar a un nuevo orden mundial sistémico y cooperativo.
De la TGS a la Sistémica
Aunque el concepto de sistema es antiguo, el concepto de sistema general y las ideas de la TGS son relativamente recientes. En la segunda mitad del siglo XX se fue consolidando como una ciencia, gracias principalmente a las ideas de Bertalanffy. Frente a la creciente especialización en la ciencia formando campos especializados, Bertalanffy impulsó la unidad de la ciencia. La TGS surgió del campo de la biología, con los trabajos de Bertalanffy. El concepto de organismo fue el germen de la TGS, tratando de integrar o superar el dualismo “mecanismo – vitalismo”.
El paradigma de “sistema general” tuvo un origen biológico (través de Bertalanffy), pero también fue enriquecida por la psicología Gestalt y consolidada por la teoría de la información y la cibernética.
La psicología Gestalt es una corriente de la psicología moderna, surgida en Alemania a principios del siglo XX. El término “Gestalt” introducido por primera vez por Christian von Ehrenfels no tiene una traducción única, aunque se entiende generalmente como “forma”, “figura” “estructura” o “configuración”. La psicología Gestalt utiliza un enfoque holístico para comprender los procesos de percepción y conocimiento. No se perciben partes sino “totalidades” (gestalten). La percepción es más un proceso activo que pasivo. El observador percibe según las “gafas” con las que contempla la realidad. La concepción gestáltica de que “El todo es mayor que la suma de las partes” se convirtió en el gran principio sistémico, principio que ya había formulado Aristóteles en su Metafísica.
En el establecimiento de la TGS como ciencia colaboraron, además de Bertalanffy, principalmente: Anatol Rapoport (psicomatemático), Kenneth E. Boulding (economista), William Ross Ashby (neurólogo), Margaret Mead (antropóloga cultural), Heinz von Foerster (científico y cibernetista) y Gregory Bateson (el antropólogo, científico social, lingüista y cibernético).
Bertalanffy introdujo las ideas de la TGS en los años 1930s, pero su primer artículo sobre este tema lo publicó en 1945 (tras la II Gran Guerra), en alemán. En los años 1950s publicó dos artículos en inglés [1950, 1951]. El detalle completo de su teoría apareció en su obra de 1968 “La Teoría General de Sistemas” [Bertalanffy, 1976].
En la reunión de la AAAS (The American Association for the Advancement of Science) en 1956 en Palo Alto (California), entre Kenneth Boulding (economista), Anatol Rapoport (biomatemático), Ralph Gerard (neurofisiólogo), James Grier Miller (biólogo) y el propio Ludwig von Bertalanffy (biólogo), fundaron la Society for General Systems Research (SGSR), con 3 objetivos: 1) Buscar modelos teóricos genéricos, comunes a los diferentes campos de la ciencia; 2) Minimizar el esfuerzo evitando repetir los estudios teóricos de los diferentes campos; 3) Promover la unidad de la ciencia.
Posteriormente, en 1988, la SGSR se convirtió en una división de la AAAS y cambió de nombre: International Society for Systems Sciences (ISSS) , la organización mundial para las ciencias de los sistemas. Dada la diversidad de temas a abordar, la ISSS ha creado varias áreas de investigación, los GIS (General Investigation Systems). Por ejemplo, el área número 3 se denomina “Espiritualidad y Sistemas”.
La Sistémica
Hoy día, la TGS se ha generalizado hasta constituir el dominio de la “Sistémica”, la ciencia de los sistemas. Como todo puede considerarse un sistema, pues nada está aislado, la Sistémica tiene la pretensión de ser la ciencia universal.
Las disciplinas que manejan conceptos genéricos se consideran que son ciencias, disciplinas o dominios particulares de la Sistémica. Además de la TGS original de Bertalannfy, están las siguientes:
La Cibernética, la ciencia del control y la comunicación en el animal y en la máquina, creada en 1942 por Norbert Wiener. Introdujo los importantes concepto de realimentación (feedback), auto-regulación, auto-organización y teleología.
La Teoría de la Información y la Comunicación, creada inicialmente en 1948 por Claude Shannon y Warren Weaver.
La Dinámica de Sistemas (System Dynamics).
Fue creada a finales de los 1950s por Jay Forrester, en la Sloan School of Management del MIT. El primer artículo de Forrester fue “Industrial Dynamics”, publicado en la revista “Harvard Business Review” en 1958. Es una teoría basada en estructuras de tipo circular con retrasos (delays) entre las acciones de unos elementos sobre otros.
La Sinergética.
Es una ciencia interdisciplinaria que explica la formación y la autoorganización de patrones y estructuras en sistemas abiertos lejos del equilibrio termodinámico.
La Teoría de los Sistemas Vivientes (Living Systems Theory).
Creada por James Grier Miller en 1978, con la publicación de su obra magna (1102 páginas), es un subdominio de la TGS. Miller intentó formalizar el concepto de “vida”. Llegó a identificar 8 niveles jerárquicos y 20 subsistemas.
El paradigma sistémico general ha experimentado un gran auge con el desarrollo de las ciencias de la complejidad, entre las que destacan:
La Teoría del Caos,
Una ciencia que busca leyes y el orden subyacente donde aparentemente solo hay azar. Trata de ciertos tipos de sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro. Esto sucede aunque estos sistemas son determinísticos, es decir, su comportamiento está completamente determinado a partir de sus condiciones iniciales. El primer descubridor de los sistemas caóoticos fue el meteorólogo Edward Lorenz, en 1960 al trabajar sobre un problema de predicción del tiempo. Formuló lo que se denomina “efecto mariposa” con su famosa frase: “¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil originar un tornado en Texas?”.
La Teoría de Catástrofes.
Planteada a finales de la década de los 1950´s por el matemático francés René Thom, esta teoría estudia el comportamiento de los sistemas estructuralmente estables a manifestar discontinuidad (pueden producirse cambios repentinos del comportamiento, divergencia (tendencia de las pequeñas divergencias a crear grandes divergencias) e histéresis (el estado depende de su historia previa, pero si los comportamientos se invierten, conducen entonces a que no se vuelva a la situación inicial).
La Teoría de las Estructuras Disipativas, de Ilya Prigogine.
Está basada en las propiedades emergentes de los sistemas complejos, lejos del equilibrio, que guardan analogías con los sistemas vivientes o que son puentes entre el caos (sistema desorganizado) y la vida (sistema organizado).
La teoría de los Sistemas Adaptativos Complejos (Complex Adaptative Systems, CAS).
Los CASs son sistemas complejos en los que sus elementos interconectados tienen la capacidad de aprender de la experiencia y adaptarse. El término “CAS” fue acuñado en el Santa Fe Institute (SFI), un instituto interdisciplinario fundado por Murray Gell-Mann, John H. Holland y otros. Los modelos CAS son evolucionarios. La teoría CAS une las ideas de la TGS con las del “darwinismo generalizado”, pues considera que los principios darwinianos de la evolución ayudan a explicar muchos fenómenos complejos.
Campos relacionados con la Sistémica son:
La inteligencia artificial.
La vida artificial.
La teoría de los autómatas celulares y los sistemas auto-reproductores, de John von Neumann.
La teoría de redes neuronales (neural networks).
La Ingeniería de Sistemas (Systems Engineering). Es un dominio interdisciplinario para el desarrollo e implantación de sistemas.
La teoría de juegos, creada en 1944 por John von Neumann.
La teoría de redes (Rapoport).
La teoría de la organización y gestión.
La teoría de la decisión. Analiza las elecciones racionales dentro de las organizaciones humanas en cada situación y sus consecuencias.
La teoría hiperciclo (hipercycle).
MENTAL, un Lenguaje para la Sistémica
La Sistémica no ha sido totalmente desarrollada. Lo que conocemos como Sistémica son solo los fundamentos primeros de una teoría que algún día será una teoría completa.
Según Bertalanffy, todas las nociones abstractas de la TGS solo se pueden implementar en el lenguaje matemático, pero reconocía que con la matemática lineal y analítica de su tiempo era imposible formalizar su teoría. Que la matemática debería ser renovada con conceptos genéricos o universales que permitieran conectar teoría y práctica. Por esta razón, por no disponer de un lenguaje formal genérico o universal, la TGS es más una filosofía que una ciencia.
Actualmente sigue sin existir un lenguaje capaz de interrelacionar todo con todo, un lenguaje general que sirva para formalizar toda clase de sistemas. La matemática no sirve porque no es un lenguaje. Y la informática es una Babel lingüística, sin los conceptos genéricos necesarios para la Sistémica.
Podemos considerar que MENTAL es la solución, el lenguaje idóneo para la Sistémica según los aspectos siguientes:
Sistema.
MENTAL es un sistema. Los elementos del sistema son los arquetipos primarios. Las relaciones entre los elementos son los propios arquetipos primarios. La semántica lexical es igual a la semántica estructural. Las verdaderas relaciones (las más profundas) son las lingüísticas. MENTAL es el relacionador de todo. MENTAL es un meta-sistema o sistema universal porque las primitivas están en todas las cosas. Todos los sistemas son manifestaciones de un sistema universal, por lo que se diluyen las fronteras entre los diferentes campos de la Sistémica.
Pensamiento sistémico.
Nunca mejor dicho lo de “pensamiento sistémico” en el caso de MENTAL porque la mente es un sistema y MENTAL es un lenguaje de la conciencia, el fundamento de la mente. Pero MENTAL va más allá del pensamiento sistémico: es un pensamiento universal, arquetipal y filosófico.
Generalización.
MENTAL es el lenguaje universal de la ciencia que soñó Bertalanffy, un lenguaje-sistema basado en un conjunto de conceptos genéricos interrelacionados que subyacen en todas las ciencias.
Abstracción.
El nivel de abstracción en MENTAL es máximo, por lo que el lenguaje puede aplicarse a cualquier sistema. La abstracción máxima implica máxima simplicidad conceptual. La realidad, a nivel profundo, es abstracta. A nivel profundo todo está interrelacionado. La unidad de la ciencia debe basarse en la abstracción, en principios universales de la máxima abstracción.
Conciencia.
La vida, la mente y la materia son manifestaciones de la conciencia. Vida, mente y materia van siempre unidas. La vida no se puede formalizar. A lo más que podemos alcanzar es a identificar los arquetipos primarios. Los principios profundos sistémicos (de los que hablaba Bertalanffy) son los arquetipos primarios, que se manifiestan en todos los niveles.
Integración con el entorno.
MENTAL contempla un entorno (el espacio abstracto) en el que “viven” las expresiones. La frontera entre sistema y entorno es difusa.
Unión de opuestos.
MENTAL integra los opuestos: holismo y reduccionismo, lo cuanitativo y lo cualitativo, etc. Esta unión de opuestos es la base de la conciencia. Con MENTAL volvemos al espíritu de Heráclito, a la armonía de los opuestos.
Estructura del conocimiento.
Según Laszlo [1972], Bertalanffy fue el primero en reconocer que el proceso de organización del conocimiento científico podía ser tan importante como el propio conocimiento. Pero según la filosofía de MENTAL, la estructura general del conocimiento científico es mucho más importante que cualquier conocimiento científico particular, pues todo conocimiento científico se fundamenta en la estructura general común.
Transdisciplinaridad.
MENTAL es un lenguaje transdisciplinario.
Filosofía.
MENTAL es una filosofía analítica y sintética. Y trasciende el concepto de sistema. Los arquetipos primarios son categorías filosóficas y el fundamento de la ciencia. Los arquetipos unen ciencia y filosofía. MENTAL es una vuelta a la “filosofía natural”, que es como se denominaba la ciencia en la antigüedad.
Según Lazlo, hay una realidad última, subyacente, que es ordenada, inteligible, analizable en términos de grandes principios que son a la vez de naturaleza científica y filosófica. Esa realidad última son los arquetipos primarios, los principios que buscaba Laszlo que fundamentasen ciencia y filosofía.
MENTAL cubre las 3 categorías que definió Bertalanffy: 1) filosofía (los arquetipos primarios, los grandes principios); 2) la teoría formal como se manifiestan y se relacionan esos arquetipos; 3) las aplicaciones particulares.
Relaciones.
MENTAL clarifica e identifica la verdadera naturaleza de la Sistémica al concretar las diferentes relaciones posibles que pueden establecer entre los elementos de un sistema, a nivel externo e interno: compartición de elementos, relaciones causa-efecto, etc.
Universalidad.
MENTAL va más allá de los sistemas naturales o sociales. Es un lenguaje de los sistemas posibles, reales o virtuales. Es un paradigma universal. La Sistémica es la ciencia de los sistemas pero no es una teoría de todo, una teoría universal. MENTAL sí pretende ser una teoría de todo al fundamentarse en arquetipos primarios comunes a mente y naturaleza.
MENTAL es la realización del sueño de Laszlo de crear un paradigma universal basado en unos principios comunes a ciencia y filosofía.
En conclusión, MENTAL es un sistema universal o meta-sistema que permite formalizar todo tipo de sistemas particulares. MENTAL es una filosofía universal, un lenguaje universal y la fundamentación de la Sistémica.
Adenda
La Sistémica en el campo organizacional
En el campo organizacional es donde la Sistémica ha logrado sus mayores éxitos. Las organizaciones son sistemas sociales dinámicos complejos evolutivos orientados a un objetivo. Contienen múltiples interrelaciones e interconexiones entre grupos e individuos, estructuras y procesos que son el motor de la evolución. Uno de los pioneros de la sistémica organizacional fue Bogdanov con su Tectología.
La Tectología es una teoría filosófica inventada por el médico, economista y filósofo ruso Alexander Bogdanov, que se considera precursora de la TGS. El objetivo de la Tectología era la unificación de la física, la biología y las ciencias sociales, pues Bogdanov las consideraba como sistemas de relaciones. Su tratado de 3 volúmenes de Tectología, finalizado a principios de los años 1920’s, anticipó muchas ideas de la TGS y la cibernética. La Tectología fue el primer intento en la historia de la ciencia en intentar formalizar los principios de organización que operan en toda clase de sistemas (vivientes y no vivientes) y de crear una ciencia universal de la organización.
Hay indicios que hacen suponer que Bertalanffy y Wiener pudieron leer la traducción alemana de 1928. En su tiempo, las ideas de Bogdanov fueron ignoradas por considerarlas una amenaza al materialismo dialéctico, pero sus ideas fueron redescubiertas en los años 1970s. (El materialismo dialéctico es una corriente filosófica que considera que la materia es el sustrato de toda la realidad y que la cognoscibilidad del mundo se basa en la naturaleza material.) Bertalanffy no hace ninguna mención a Bogdanov en sus obras.
La Sistémica en los sistemas sociales
Niklas Luhmann elaboró una teoría universalista de los sistemas sociales, aportando una visión nueva y original. Aplicó la teoría de sistemas, en concreto el concepto de autopoiesis, como paradigma genérico, como puente entre la naturaleza y la sociedad. También recurrió al cálculo de distinciones de George Spencer-Brown y sus conceptos de re-entry (reentrada) y la marca, la unidad operativa de distinción e indicación [ver Aplicaciones – Matemática – Las Leyes de la Forma].
Sistema y entorno forman una unidad indisoluble.
No existen elementos sin vinculación relacional o relaciones sin elementos.
El elemento es una unidad irreductible del sistema.
Las personas no son parte de la sociedad, sino que son el entorno del sistema social.
La evolución social es un proceso continuo de diferenciación sistémica de 3 tipos: segmentario, estratificario y el funcional. El segmentario es una diversificación de planos en un sistema sin llegar a configurar subsistemas. El estratificario (o jerárquico) está basado en las desigualdades sociales. El funcional es el que predomina en la sociedad moderna, en donde hay círculos cerrados o subsistemas que desarrollan funciones específicas, y en donde ningún subsistema tiene prioridad sobre los demás (sociedad policéntrica).
Un sistema social es el resultado de un proceso selectivo de la multiplicidad de posibilidades, hechos y circunstancias que se presentan en la realidad. Esta selección hace reducir la complejidad y es contingente. La complejidad hace referencia al conjunto de posibilidades que pueden desarrollarse. La contingencia se refiere a la existencia de múltiples alternativas disponibles.
La Sistémica y la psicología
La psicología sistémica es una rama de la psicología que estudia el comportamiento humano basándose en el concepto de sistema. La persona humana como un sistema activo, no como un sistema reactivo. Los grupos e individuos se consideran sistemas homeostáticos.
La psicología sistémica es una reacción al conductismo, que es una psicología superficial basado solo en el comportamiento externo observable. Está basada en los trabajos de Gregory Bateson, Humberto Maturana y Roger Baker, entre otros.
Gordon Willard Allport publicó en 1961 un libro clásico sobre la personalidad como sistema. “La personalidad es un sistema contenido en una matriz de sistemas socioculturales. Es una ‘estructura interior’ encajada en ‘estructuras exteriores’ y en interacción con ellas” [Allport, 1961]. Karl Augustus Menninger, en 1963, creó un sistema de psiquiatría basado en la TGS. La TGS también se ha aplicado a la terapia familiar, la familia como sistema.
La teoría de las estructuras disipativas, de Ilya Prigogine
Prigogine −Premio Nobel de Química en 1977− realizó investigaciones teóricas en el campo de la termodinámica, campo que amplió con el estudio del caos, los sistemas lejos del equilibrio, los procesos irreversibles y la creación del concepto de “estructura disipativa”. El estudio de los procesos irreversibles le llevó a estudiar la naturaleza del tiempo y el tema de la evolución del universo. Sus investigaciones trascendieron el campo físico-químico hacia la filosofía, la sociología y la psicología: la percepción y la construcción de la realidad.
Las estructura disipativas se forman en condiciones muy alejadas del equilibrio. Surgen a partir del caos y constituyen un nuevo estado de la materia, un puente entre la materia y la vida. Se denominan “estructuras disipativas” porque “presentan estructura y coherencia y su mantenimiento implica una disipación de energía” [Prigogine, 1983].
En los sistemas complejos muy lejos del equilibrio, pequeños cambios pueden producir nuevas estructuras organizadas, que son irreversibles. Estas estructuras son disipativas porque disipan energía en forma de calor.
Lejos de equilibrio, las estructuras disipativas pueden evolucionar hacia formas de complejidad creciente. Cuanto más lejos del equilibrio está un sistema, mayor es su complejidad y su no-linealidad.
La certidumbre es una cosmovisión o paradigma superado. El devenir no es lineal, no es previsible, hay incertidumbre, el futuro está abierto a lo posible y lo probable, no hay una dirección única en la construcción de la realidad. Hay bifurcaciones hacia la creatividad (hacia nuevas estructuras organizadas), hacia el caos, hacia estructuras fluctuantes, etc.
Las estructuras disipativas son el orden subsiguiente al caos, como consecuencia de un proceso de auto-organización. La inestabilidad y el caos son las bases constructivas del orden. El desorden es creador. El caos está en el origen de la vida y de la inteligencia.
Los seres vivientes son estructuras disipativas, lejos del equilibrio, auto-organizados y adaptables al entorno, que mantienen la misma estructura pese al incesante cambio de componentes. Son sistemas adaptativos complejos.
Las estructuras disipativas lejos del equilibrio no siguen ninguna ley universal. Cerca del equilibrio y patrones y leyes universales. A medida que nos alejamos de él, nos desplazamos de lo universal a lo particular, hacia la riqueza y variedad. Estas características son precisamente las de la vida.
Es imposible aprehender toda la realidad porque vivimos en un universo abierto y en constante evolución.
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